Entorno al Embalse de Yesa, muy cerca de la frontera entre las provincias de Navarra y Zaragoza, encontramos varios pueblos abandonados de los que apenas se conservan algunos restos de sus construcciones y el recuerdo de una historia que se desvanece con el paso del tiempo.
Uno de ellos es nuestro destino de hoy, el pueblo abandonado de Tiermas. Junto con Escó y Ruesta, estos pueblos abandonados son una de las consecuencias acaecidas en la zona por la apertura del Embalse de Yesa en el año 1960.

Un embalse y la expropiación
Ante la necesidad de abastecer las zonas del sur de Navarra y la comarca de Las Cinco Villas de Zaragoza, comenzó a desarrollarse el proyecto del Embalse de Yesa, que consistía en el represamiento del río Aragón. Además del abastecimiento de la población, ese agua serviría para el uso de riego agrícola y la generación de energía hidráulica.
Pero el embalse no fue una buena noticia para todos. Más de 1.500 personas fueron expropiadas a lo largo de los años y vieron como sus tierras quedaron totalmente inundadas. Quien dice sus tierras dice sus casas y su trabajo, dado que muchos de esos terrenos eran ricos para la agricultura y la ganadería. Todos se fueron, excepto 2 habitantes que se negaron a abandonar y se quedaron en el pueblo hasta su muerte.
En 1982 el pueblo de Sigües compró Tiermas, con las casas y terrenos que lo formaban. Y lo compró con dinero recibido de la subvención de la Diputación Provincial de Zaragoza. Todo ello sin darle a los antiguos propietarios ni sus familias el derecho de reversión, para que se devuelvan los terrenos a quien realmente le corresponde.
Tiermas, el pueblo abandonado



El acceso al pueblo abandonado de Tiermas se hace andando desde la antigua carretera a Jaca, antes de llegar al embalse. En la rotonda verás un carril cortado que sube por una pendiente pronunciada. Esa es la entrada al pueblo, que desde hace años permanece cortada a los vehículos.
El vehículo puedes dejarlo aparcado a la entrada del camino de la izquierda, en una zona que no moleste.
Subimos al pueblo andando por la carretera. En algunos tramos se hace complicada la pendiente. Tómatelo con calma. Nosotros decidimos llegar hasta arriba por esta vía, pero también es posible hacerlo por un sendero paralelo que sale a la izquierda en la parte alta de la carretera.
El pueblo está casi en su totalidad absorbido por la naturaleza, se ha adueñado del terreno que injustamente fue arrebatado a sus propietarios hace más de medio siglo. Avanzar entre la maleza no se hace difícil, hay caminos que se han abierto paso gracias a las frecuentes visitas de curiosos como nosotros.



La Iglesia de San Miguel es una de las construcciones que más llama la atención, con su torre que continúa en pie, aunque no sabemos por cuánto tiempo. La cúpula se vino abajo hace tiempo, y junto con ella los frescos de los que solamente quedan algunos restos visibles. Una pena que no se pudo evitar, aun formando parte de la lista roja de la Asociación Española para la Defensa del Patrimonio Cultural, al estar declarada como Bien de Interés Cultural.
En lugar de los frescos, se pueden ver pintadas y graffitis en las paredes que quedan en pie. Estos días, mientras me documentaba para este artículo, he leído muchas críticas sobre estos graffitis. Sin embargo, pocas críticas se vierten sobre los actuales propietarios del terreno que no han movido un dedo para preservar el patrimonio que se ha venido abajo. Claro, es más fácil llamar vándalos y culpar a los primeros que a los segundos. Y con esto no justifico las pintadas, pero sí me quejo de unos organismos oficiales que no han hecho nada por evitarlo.












Continuamos la visita. Los restos dejan ver parte del origen medieval de Tiermas, que hace muchos años estuvo totalmente amurallada. Si recorres sus caminos verás algunos restos, aunque de aquellos tiempos queda ya muy poco. Uno de los arcos sigue en pie, una de las antiguas puertas de acceso que se conoce como El Portal de las Brujas.
Entre las casas de piedra, destaca parte de un edificio más grande que el resto. Se trata del Hotel Balneario Infanta Isabel, un complejo de lujo que ofrecía la posibilidad de bañarse en las terapéuticas aguas termales de la zona. Constaba de 2 edificios de 3 plantas que se unían por una pasarela de madera, donde se accedía del hotel a la zona de baño.






Balneario de Tiermas, las ruinas bajo el embalse de Yesa
La parte baja de Tiermas, la que permanece bajo el agua del Embalse de Yesa, deja asomar parte de los restos cuando el nivel del agua baja lo suficiente. Los meses propicios para ello son los de septiembre y octubre, cuando acaba la época de riegos y el embalse se vacía casi por completo.
En ese momento brota de nuevo un olor característico a huevo podrido que indica la presencia de las aguas sulfurosas. Esas aguas que suben por encima de los 40 grados de temperatura, sirven para el disfrute de los visitantes, que se acercan hasta aquí para bañarse en sus aguas termales y realizar baños de barro o lodo.






Si estás pensando en acercarte a esta maravillosa zona, que a pesar de la cruda historia que lo rodea es un paraje de gran belleza, te aconsejo que no lo postpongas mucho tiempo. Hay previsto un represamiento del pantano que amenaza con tapar para siempre este lugar. El recrecimiento de la presa incluye una presa el doble de alta que conseguiría triplicar la capacidad del pantano.
Te dejo algunos enlaces de las asociaciones que trabajan por defender sus derechos: Asociación Pro Defensa de Tiermas, Asociación Río Aragón y Coagret.
La visita al pueblo abandonado de Tiermas nos ha dejado el sabor de tristeza que afecta a muchos pueblos abandonados en España, donde hubo risas y alegrías, que hoy se han convertido en lágrimas por el olvido a su gente.
Tiermas bajo quedó inundado bajo el agua, aun cuando sus tierras eran fértiles para el cultivo. Tiermas alto lo ha hecho bajo la naturaleza, acabando con los restos que quedaban del pueblo.
¿Qué les esperará al resto de pueblos con el represamiento del pantano? ¿Aumentará la lista de pueblos abandonados de Navarra y la provincia de Zaragoza?
Descubre con nosotros otros lugares abandonados en este artículo.