Muchos vieron en la Estación Internacional de Canfranc una nueva oportunidad pero nadie pensó que podían estar delante de una Puerta a la Libertad.

En Los Arañones, nombre que recibe esta zona del Norte de Huesca, concretamente en Canfranc, se iba a construir una Estación Internacional de Tren. Esta uniría Francia y España por los Pirineos, un lugar que hasta ahora era de difícil acceso.
Pero no todo salió bien… 40 años más tarde la estación quedó en desuso y casi en el olvido.



Un poco de Historia sobre Canfranc
Tras años de diferencias entre España y Francia, se acuerda la construcción de un paso fronterizo por los Pirineos. La mejor ubicación se encontraba en lado español por cuestiones de espacio y, tras valorar las opciones, se decide contruir en Los Arañones.
Los trabajos de construcción fueron duros. Necesitaban abrir un túnel de casi 8kms de longitud debajo de la montaña y para ello se inició la obra desde ambos lados. Debían encontrarse en la mitad, no había posibilidad de error. Con una precisión asombrosa, en 1912, cuatro años después de iniciarlo, el Túnel de Somport estaba terminado. Pasaron, por tanto, al siguiente paso, la explanada donde debía ubicarse la Estación Internacional de Canfranc. Con casi 200.000m2 de superficie, el equivalente a 20 campos de fútbol, se rellenó el terreno con el material extraído del túnel y se reforestó la ladera de la montaña para evitar aludes y derrumbes.






Uno de los problemas principales a los que tuvieron que enfrentarse fue el ancho de vía. Francia se ajustaba al ancho internacional de 1,44m mientras que España tenía (y sigue teniendo) un ancho mayor 1,67m. El motivo de elegir un ancho de vía diferente fue meramente estratégico y ante la amenaza de una posible invasión, España se mantuvo firme en su decisión de no cambiarlo. No quedaba otra solución, se decide por tanto que la Estación tendrá dos tramos diferenciados cada uno con su ancho de vía.
El 18 de julio de 1928 quedó oficialmente inaugurada. Alfonso XIII (rey de España) y Gaston Doumergue (jefe de estado de Francia) asistieron ese día al gran evento. Una nueva era se avecinaba para toda la comarca.
Pero no tardaron en llegar los malos momento para Canfranc. Hubo dos incendios, uno en la propia Estación y otro en el pueblo. Además durante la Guerra Civil Española, concretamente entre 1936 y 1940, fue cerrado completamente el tránsito.
Durante la II Guerra Mundial la Estación Internacional tuvo la mayor cantidad de paso, tanto de personas como de mercancías. Canfranc fue testigo del intercambio de materiales en favor de la guerra, wolframio que se servía a los nazis para el armamento y oro que recibía España como pago de ese mineral. Por ese mismo lugar también pasaron muchísimos judíos que, huyendo de una muerte segura por el genocidio nazi, entraban de forma clandestina en España para poder pasar a países como Portugal. No en vano se le llamó “El Tren de la Libertad”.









Terminó la guerra y el futuro de la línea ferroviaria se veía tambalearse, posiblemente por su baja rentabilidad. Pero romper un acuerdo como éste no era algo viable para ninguno de los dos países. El 27 de marzo de 1970 un accidente destrozó totalmente el puente de L’Estanguet. Da que pensar que aquel día nadie fuese en ese tren, ni pasajeros, ni tripulación, ni tan siquiera el maquinista…, no hubo victimas. Tampoco hubo intención de repararlo. Para Francia el interés de esta vía era de España y por tanto debían ser los que asumieran la reparación, mientras que España alegaba que al estar en terreno galo deberían ser ellos los responsables de repararlo. ¿Sigues pensando que fue un accidente?



La conexión ferroviaria por los Pirineos quedó totalmente interrumpida hasta el día de hoy.
Quedaron en el recuerdo personas como Lola Pardo, que con 18 años se jugaba la vida como una espía, sentada junto a los guardias mientras escondía documentos secretos bajo el vestido y presumía de lo mucho que viajaba a Zaragoza por ser la hija de un ferroviario. O Simone, que con 9 años transportaba los documentos dentro de su muñeca mientras su madre era vigilada. O Albert Le Lay, qué decir de esta gran persona, que oculto tras su cargo como jefe de la aduana francesa ayudó a salvar a toda esa gente. Él también tuvo que huir de los alemanes y cuando después de terminar la guerra, como agradecimiento, le ofrecieron el puesto que quisiese en un ministerio francés, él contestó: “Lo único que quiero es volver a Canfranc”.
Visitas guiadas a la Estación
Las visitas a la estación sólo pueden hacerse con entrada y no se permiten visitas sin guía. Puedes llamar por teléfono o hacerlo online en la página https://www.canfranc.es/. También puedes dirigirte directamente a la Oficina de Información y Turismo que se encuentra enfrente de la Estación.
Si tienes la oportunidad te recomiendo hacer la visita teatralizada con el gran Manuel Bueno. Gracias a él y a su papel de Albert Le Lay entendimos mejor “cuándo, quien y por qué”, y nos generó más curiosidad sobre lo que allí pasó. Este genio de la interpretación te hace participe durante todo el recorrido, hasta tal punto que terminamos la visita caracterizados y bailando un vals y el charlestón en medio del recibidor. Además trabaja varios personas más en torno a la zona.






Si además te apetece llevarte algo de información pero eres de los que luego no sabe qué hacer con tanto papel, que sepas que en la web de Canfranc tienes varios pdfs que puedes descargar para ayudarte en tu visita.
Otros datos de interés
>> El 18 de julio de cada año se recrea la Inauguración de la Estación Internacional de Tren de Canfranc. Si te animas a participar en un viaje a la memoria ¡¡acuérdate de ir vestido de los años 20!!
>> Si te has quedado con ganas, te recomiendo los documentales “El Rey de Canfranc” y “Juego de Espías” y los libros “Volver a Canfranc” y “El Oro de Canfranc”.
Te aconsejo visitar alrededor de Canfranc
>> Cerca de la estación se encuentra una estatua “Homenaje a la Libertad” en recuerdo a todxs esxs judíxs que pasaron por allí, que murieron y fueron torturados. Es un Ama-Gi, que literalmente significa “Retorno a la Madre” y se puede interpretar como Regresar a casa en libertad.
>> Cerca encontrarás el Fuerte Coll de Ladrones y la Torre de Fusileros, que se construyeron antes que la estación para proteger la entrada al país por los Pirineos. Hoy en día ambas son visitables



>> Descargándote la app de Espacio Trail Canfranc (sólo disponible para Android) o mediante la web tendrás disponibles 43 rutas bien explicadas divididas por niveles. Puedes descargarte el gpx.
Opciones de pernocta
A la salida del pueblo puedes encontrar un parking público y gratuito, pero cuidado que hay huecos reservados para el Hotel, y la mayoría de las zonas de aparcamiento de Canfranc están en cuesta. Nuestra recomendación si vas a viajar con tu camper o Ac es el parking de las piscinas de Villanuá que está a pocos kms. En ambos casos hay tiendas, bares y restaurantes cercanos a los que acceder a pie.
Reflexión final
Desde hace años teníamos pendiente una visita a este lugar del que tanto habíamos oído hablar y este mes por fin nos hemos acercado. Aunque nos ha encantado te voy a confesar que el lugar no era lo que imaginábamos. Vídeos, fotos y lecturas nos daban a entender que ese espacio era un solar abandonado y alejado de la urbe, y no es del todo así. Pero eso no ha restado encanto y misterio a su historia, que es lo que nos llamó la atención desde un principio.
Te recomendamos la visita sin dudarlo, exprímelo al máximo, te aseguro que te va a encantar.











