Hoy tenemos uno de esos planes que nada más conocerlo apetece llegar ya a destino. Se trata de la visita a un edificio en ruinas situado en Markina (Bizkaia), el Balneario abandonado de Urberuaga. Construído en el S. XIX, este balneario de lujo guarda mucha historia, más de la que en principio pensábamos.

Nos preparamos bien para la ocasión, cogemos el equipo fotográfico y ropa y calzado adecuados, ya que según parece la maleza se ha hecho con gran parte del edificio y puede que el acceso no sea fácil.

La primera sensación nada más aparcar es que allí hay poco que ver. En efecto la naturaleza se ha hecho con el lugar y queda muy poco del edificio en cuestión.
Nos acercamos al puente, solo quedan los arcos al fondo, no hay fachada ni techo ni mayor rastro de la estructura. Pertenecen al edificio donde se encontraban las 190 habitaciones (ver foto comparativa más abajo). Este Balneario clasificado de lujo, dio cabida a 350 personas, siempre gente adinerada que acudía por las propiedades del agua y también por diversión, ya que además de las zonas de tratamiento, el complejo disponía de varios comedores y hasta un casino.


Desde esta parte no podemos avanzar más. Retrocedemos y seguimos explorando. Encontramos otro acceso unos metros más allá, atravesamos la puerta que nos lleva al único edificio que permanece en pie todavía. Está muy deteriorado pero parece que se puede acceder sin problemas.



En la entrada, unos huesos nos dan la bienvenida al lugar. Parecen colocados estratégicamente para que sea lo primero que te encuentres al entrar (menudo recibimiento). Por el suelo también quedan restos del mobiliario tirados, un puerta, algún tablón, cristales…
Las paredes están recubiertas de una capa verduzca, posiblemente algún tipo de moho que crece por causa de la humedad. Pero curiosamente no huele a nada. Avanzamos observando cada detalle, comprobando que aún con el paso de los años la esencia del edificio sigue allí.
En el corredor central se empieza a escuchar el ruido del agua cayendo. Nos acercamos a la parte donde se encontraba la zona termal. La primera habitación está totalmente a oscuras y escuchamos… Podemos oír algo más que el agua pero no llegamos a saber qué es. Asomamos una de nuestras linternas y descubrimos una habitación llena de murciélagos. Hay muchos, no sabemos calcular cuantos pero posiblemente pasen de cincuenta. Vemos como se balancean al ritmo y nos damos cuenta que a pesar de entrar en silencio, los murciélagos han notado nuestras vibraciones. Tiramos un par de fotos como podemos y los dejamos tranquilos. La calidad es mala y solo pudimos captar una decena bastante borrosos, pero sin luz es complicado conseguir algo mejor y creemos que no merece la pena estresarlos más.

Continuamos por el corredor. En esta zona hay varias fuentes de las que emana constantemente agua templada, algo que pudimos comprobar en nuestra incursión. Según he podido consultar, el agua se encuentra a unos 27º y se trata de agua termal, bicarbonatada y nitrogenada. Su nombre lo define bien, la traducción de Urberuaga sería “lugar de agua caliente”. El uso terapéutico de estas aguas termales se ha llevado a cabo en forma de bebida, inhalación, baños, etc. Su propiedad nitrogenada hace referencia a la cantidad de gas que posee, por ese motivo se puede observar un gran burbujeo y sus propiedades son potenciadas por la cantidad de gas que se desprende.

Llegamos a la última habitación que sigue en pie, un gran salón con acceso al exterior. En su techo más murciélagos, pero esta vez son bebés y se encuentran a plena luz del día. Están aprendiendo a volar, se les nota torpes y sus vuelos son bastante bajos. Puede haber 20 o 30, quizás más. Disfrutamos de su presencia con cierta distancia por precaución.

A partir de aquí no se puede continuar más allá, vemos que fuera hay dos escaleras de acceso al piso superior pero el bosque se ha comido literalmente el resto del balneario.

Damos la vuelta, pero antes de salir descubrimos otro acceso al exterior cercano a la puerta principal. Un montón de piedras amontonadas nos sirven de escalera para subir. Las zarzas nos obligan a entrar gateando, llevándonos de recuerdo algún que otro arañazo. Algunas paredes siguen en pie, con sus ventanas y arcos casi intactos, lo demás ha sido absorbido por la espesura del bosque.


UN POCO DE HISTORIA DEL BALNEARIO ABANDONADO DE URBERUAGA
Este complejo de lujo construido a mediados del siglo XIX fue uno de los Balnearios más importantes de Euskadi de su época. Con un agua tan valorada, vio pasar entre sus paredes a gente de nivel medio-alto, tanto con fines medicionales como recreativos, ya que el lugar albergaba alternativas de ocio tan dispares como navegar por el río o probar suerte en el casino.
Pronto el lugar dio un giro y se convirtió en alternativa al campo de concentración de Miranda, en la llamada “ruta de la libertad”, y vio pasar de forma continua militares de alta graduación. Te recomiendo este reportaje sobre el tema.
Las inundaciones de 1983 pasaron factura también por este lugar, ocasionando grandes pérdidas. A partir de ahí su función quedó limitada al embotellamiento de agua mineral hasta 1993 que cerró sus puertas definitivamente.
Se calcula que más de 1 millón de litros de agua son vertidos diariamente al río Artibai. En la actualidad, el terreno pertenece a un promotor privado.

CÓMO LLEGAR
Para llegar a este edificio tienes que coger la carretera BI-633 en el tramo desde Markina hasta Berriatúa. En el km 51 tienes la salida y el edificio se encuentra a menos de 50m, al pie de la carretera. Puedes dejar el coche allí mismo.
Si vas a acceder a algún lugar abandonado, recuerda que es FUNDAMENTAL respetarlo totalmente. Esto quiere decir: no ensuciarlo, pintarlo, manipularlo, molestar a los posibles animales que en él habiten… NO TE LLEVES NADA DEL LUGAR. Si a ti te gustó encontrarlo bien, estoy segura que a la siguiente persona que acuda a este lugar también le gustará. Deja la menor huella posible.
Y recuerda que estás accediendo a un lugar que puede estar en mal estado, todas las precauciones de seguridad son pocas. No tiene por qué pasar nada, pero el riesgo siempre está ahí.
Si te gustan los lugares abandonados y te has quedado con ganas de más, te recomiendo la visita a la Fábrica de armas abandonada de Orbaizeta y Eugi, en Navarra.
2 comentarios
Yo estuve, en el 83 cuando las inundaciones, fuimos a reparar las consecuencias en la envasadoras del agua mineral, pernoctábamos en el balneario, en lo que quedaba en pie, las hermanas nos trataron de miedo, nos quedamos admirados de como pudo entrar un Seat 124 al final del corredor principal
Momentos difíciles vivimos ese año por aquí. Gracias por compartir tu historia con nosotros, me ha encantado leerlo sabiendo que formaste parte de la historia en este Balneario. Un saludo Fernando.